Maquetando

Nos fotografiamos con nuestros seres queridos, o nuestras mascotas como tierno recuerdo futuro, aunque más no sea el efímero futuro de compartirlas ¡ya, ya ya! Pero también tomamos fotos de artículos y sus precios en góndola, para comparar y decidir una compra. O documentamos la rotura del paragolpe de nuestro vehículo ante un choque, para hacer luego el reclamo ante el seguro, ¿no?

Grabar nuestras canciones durante un ensayo debería interpretarse con finalidades similares. Por un lado, para compartir en la inmediatez, pero por otro analizar el material para pulir imperfecciones en la ejecución y el arreglo. Llegado al punto del párrafo inicial de este artículo “… salen de una…”, es momento de hacer una maqueta, una muestra, más bien, una guía.

La música es un arte “en tiempo real”, transcurre en el tiempo, sea que la ejecutemos o la escuchemos; no es una foto. Lograr una toma completa y perfecta de nuestra canción, de principio a fin, teniendo en claro la forma (partes, estructura) y “tempo” (velocidad a cada instante) es crucial si se quiere tener una guía confiable. Cual tren desplazándose “sobre rieles” (como dice la expresión) o agua en una cañería (“como por un tubo”, decimos).

La función moderna de una maqueta de audio es proporcionar una guía confiable y concreta a la hora de realizar una grabación de tipo profesional, y es muy interesante que la banda pueda realizarla por sus propios medios. Por un lado ayuda a ajustar todos los detalles de nuestra canción porque provee un medio objetivo y repetible, y por otro lado nos pone “en situación” de grabación, en un importante nivel de concentración y atención que luego serán imprescindibles a la hora de entrar al estudio.

En el próximo artículo revisaremos algunas apps (aplicaciones para celular) para grabar  maquetas de manera sencilla y efectiva.

Mientras tanto, ¡a sonar!

Estudio El Caldero

Para recibir por email más artículos como éstos, anticipadamente:

¡Suscribirme gratuitamente!